PALABRAS








Han cerrado las contraventanas, corrido las cortinas. Recogido las mesas. Instalado la mantelería, cubiertos y vajilla en el aparador. Han retirado los periódicos y revistas a la hemeroteca. Han apagado luces y velas, dejando una tenue fragancia a sándalo en las estancias.
El aire está lleno de palabras, dispersas, enmarañadas. Solo hay que alargar el brazo y recogerlas con la mano: infamias, amor, dinero, guerra, fútbol, crisis, emociones, crítica, política, cultura, pasiones, poder…
Son las mismas de ayer, las de mañana, son las mismas de siempre, que se quedan al cerrar el casino, pacientes y resignadas, a ser dichas de nuevo al otro día.