ARMAS DE DESTRUCCIÓN MASIVA.


........tan bonito como un haiku de Carminera escrito en valenciano, tan delicioso como una milhoja de crema de la confitería Santa Teresa, colosal como Disraeli Gears, chaillot caliente disfrazado de lengua cortando mantequilla, así disfruté el primer beso que me hizo espolsar las alfombras.

Creíamos que cada cual era su media naranja, y a muy temprana edad nos escondíamos en los edificios en obras para jugar a la mamá y el papá, al médico y la enfermera, a la puta y el soldado.
Percibíamos la apatía recíproca en las personas que envejecen juntas, comprendimos que el agua sigue siempre un cauce natural modelado por miles de años de fricción, lo supimos cuando únicamente nos soportábamos en la hilada del concertado tiempo y tuvimos el valor de exprimirnos sin resentimiento. Y nuestros ensueños los convertimos en un ganso al cual han clavado sus patas en una tabla y que dejan morir en un gran fuego, a fin de que su hígado aumente.

Y luego apareciste tú, aglutinando células para la causa, con tu falta de vascularización adecuada, con tu inestabilidad cromosómica, con tus metástasis continuas, ¡farsante que tapas tus vergüenzas con una hoja de parra! La engulliste sin la piedad que proclamas y me arrojaste a un precipicio sin eco, vacío.





TANNHAUSEN


Siempre he mantenido que Wagner tiene un extraño vínculo con el poder, su música siempre me ha parecido emparentada con los modales, el pavoneo de salón y el protocolo. El caso es que en pláticas con gente que le gusta ser respetada por que se creen respetables, cuando la conversación deriva hacia música clásica, en cuestión de gustos por autores siempre manifiestan su admiración por el endiosado Wagner.
Admito que será un cúmulo de casualidades, pero hasta ahora mi teoría la mantengo aún sin pruebas contundentes o refutables que nunca obtuve ni espero obtener, pero que los hechos siempre me lo hicieron parecer.
Para la celebración de Santa Cecilia, se habilitó la biblioteca donde estaba previsto un concierto de un ensamble de saxofones a cargo de unos muchachos virtuosos en modular el viento en el metal, la inconveniente gastroenteritis del saxo alto hizo que el programa sufriera un vuelco y entrara en escena un concertista de las seis cuerdas que osado él, pretendía tocar una transcripción propia de la bellísima y sencilla “Hoja de Álbum en Do” de Wagner.

Al enterarse un grupo de entendidos asistentes quienes pontificaban que la única manera de poder escuchar la obra de Wagner es a través de la correspondiente versión orquestal, se levantaron de sus asientos y abandonaron la sala entre murmullos tan educados como hirientes.
A mí al menos, el hecho de escuchar una guitarra bien tocada me produce tanta satisfacción que el artista podría habernos deleitado con una ristra de villancicos y me hubiera extasiado igual. Falta de entendimiento, tal vez.

Al día siguiente, comentando lo sucedido, había opiniones para todos los gustos y paladares.
Precisamente, un director de escuela, me dijo que, sin ir mas lejos, a él le gustaba recibir a los alumnos pinchando el disco por megafonía de la opera tannhausen, mas concretamente la parte que hace referencia a la llegada de los invitados, una cursilería de trompetas y coros ostentosos con boca de pez. Por que lo correcto, añadía, encierra en sí mismo un residuo de belleza y sabiduría.
Óiganla, por favor, óiganla e imagínense a los niños tirando de sus carro-mochilas, somnolientos, pero apresurados por la tiranía, (que no merece otra palabra) del tiempo ya a tan temprana edad...
Hay cosas mucho peores que un tirón de orejas o una carrera de piojos por la patilla, el golpe seco y decidido de una regla de madera en la conciencia.

UN NOUVEL ART.



¿Que te parece, Anita?

Uhmmmm……….todo un día haciendo dibujitos para esto, ¡qué tontería!

No seas cruel, Anita, es mi primera aproximación al cómic. No es tan fácil como parece, hay que ajustarse a un guión, estructurarlo, diseñar las viñetas correspondientes, dibujarlo…

- ¡Todo un artista del renacimiento estás hecho, hijo, todo un consuelo para el arte, cuando te dé por la música tendré que desempolvar la pandereta!

- ¡¡ vieille grognonne!!