EL PINXO VA DIR AL PANXO



Salta desde la torre andamiada, fiiiuuuuuuuhhhhhh! hacia arriba, alto, hacia arriba. Más alto, más arriba, salta, sigue saltando, ten cuidado con los patos salvajes, con las raíces de las nubes, con los lenguados del aire que se camuflan en los tornados, ten cuidado también con ellos y sigue saltando, más arriba, salta con trayectoria de proyectil hidrogenado, mineralizado y supervitaminado.

Se retira la cortina, ¿y sabes donde te encuentras? ¡Cierto!, ¡arriba!, denle un caramelo fétido al trapecista del aire. Dénselo antes de la piruetaccidentefinal, antes de que empaquete su saliva en papel de lija.
¡Ya sé que está muy alto! construyan una escalera infinita de infinitas ramas de los finitos bosques y él les dará una explicación general de la relatividad con la eficacia de enlazar de una cordonera.

¡Basta de sermones tontos, Don Enrique, que me subleva al personal!

El Pinxo va dir al Panxo -¿vols que et punxi amb un punxó?
El Panxo va dir al Pinxo -punxem, però a la panxa no.

¡Don Enrique cierre el libro y baje de la mesa, por favor!

Trapecistas del aire enmallados, almas leucocíticas, ha llegado el divertículo del recto.

¡Don Enrique, Don Enrique, que me chivo el domingo a su hijo…!

Mi hijo sólo viene a tragarse mis lágrimas para que le ayuden a digerir la hostia que se acaba de comer en la iglesia. Mi nuera es a la que no debes delatarme, y yo borraré de mi memoria tu aventura con la máquina de café.


-¡Voyeur!
-¡Sátiro!
-¡Viejo chocho!
-¡Mercedes!, ¡Mercedeeesss!




Dime querido.
¿Estás disponible?
Todo el tiempo del mundo tengo para ti
¿Y no se enfadará tu querubín?
Esa palabra no tiene significado aquí
¿Cuál?
Enojarse
¡Yo no he dicho eso!, ¡No pongas palabras en mi boca que me atraganten!
Disculpa querido
Si disculpada estás, solo que esa costumbre viciada de interpretar las palabras cuando ellas por sí solas ya cincelan lo que quieren decir, la sufro desde que me miraste y callada, me dijiste tantas cosas.

Con aquella mirada, ¿verdad?

¿Te acuerdas?
Todos los días

Déjame que te mire otra vez

Estoy despeinado
Lo mismo da
Siempre que me miras me encuentras despeinado…No quiero ducharme, Mercedes
Es sólo un trámite de allí…

Cuando te laves y adereces tu cama, salta.
¡Un salto grande, Mercedes!
Si, te estaré esperando
No quiero ducharme, Mercedes
No importa querido, te seguiré esperando
Me quedo más tranquilo Mercedes, hablaremos luego.

¡Don Enrique, por última vez, cierre la ventana y recoja su desayuno!