L'ARTISTE ENDEUILLÉ

Hay una nueva exposición en el casino. Han cubierto las paredes del zaguán y las del salón de levante con cuadros de un pintor valenciano. Este no sigue la escuela del pintor de la luz, paisano por casualidad, más bien toma conciencia social y retrata muy de cerca el sudor de campesinos extinguidos trabajando en inconvenientes condiciones, familias enteras envueltas en harapos recogiendo algodón, mujeres terriblemente mayores que ya no saben enderezarse, manos deformadas con muescas y callosidades que pretenden reclamar ser amputadas y descansar, o en su defecto, ser ahogadas en una palangana rebosante de agua bien calentita con sal.

Muy crudo, la verdad, para el luminoso salón de levante en mi opinión, pero el arte es continuamente bienvenido, como las paredes dispuestas a prostituirse para el artista.

He de comentar, que al señor Arcadio Mengotti, estos campesinos humildes, cabizbajos, pesimistas y redimidos por el trabajo le despiertan una evocadora ternura, y así me lo exponía, con su voz enjuagada en pipermín:


-... y es por eso que mi padre, zorro viejo donde los hubiera, embarcó con tan sólo diecinueve años a Manchester, y sólo la parte pícara de Dios sabe como se hizo con la concesión para España de los tractores Austin...




No pude más que ofrecerle mi pañuelo:-Ande, tome Arcadio, suénese la emoción, que esos campesinos nunca volverán.