JUEGO ATÓMICO





No me imagino que algo así pudiera venderse hoy día, y mucho menos como juego para niños por muy didáctico que fuera. Se trata del Gilbert Gilbert U-238 Atomic Energy Lab, un juego que pretendía enseñar los caminos de la fuerza, de la radiación y la energía nuclear a los niños estadounidenses de principios de los años cincuenta. La época era propicia para ello, las centrales nucleares proliferaban como los piojos en las aulas, la era de la energía del átomo prometía un futuro de adelantos sin igual y, además, estaba el lío de la Guerra Fría y el equilibro entre potencias nucleares. Hoy se ha convertido en objeto, muy caro, de coleccionismo. El equipamiento del juego era impresionante, varias muestras de uranio, una fuente beta-alfa (Pb-210), una beta (Ru-106), fuente gamma (Zn-65) un detector de destellos, cámara de nubes con su propia fuente de radiación de corta vida (Po-210), un electroscopio, contador Geiger y manual completo junto con un divertido cómic. ¿Qué más se podía pedir?, bueno, si acaso, una Coca-Cola




Más información: Gilbert U-238 Atomic Energy Lab (1950-1951)



No es de extrañar que de esos vientos recojamos estas tempestades



Taiwán da a luz cerdos verdes fluorescentes producto de la ingeniería genética.

Son animales a los que se les inyectó genes de medusas en su fase fetal. Tienen una tonalidad verdosa y brillan por la noche, como la virgen de Lourdes que tu abuela tiene en la mesita de noche.
Esto de la ciencia es un mundo muy extraño. Los órganos coloreados de los cerdos permitirán distinguirlos para posteriores transplantes con aplicación en seres humanos. Por ejemplo, según explican los especialistas, el corazón o los riñones también mantienen el color verde por lo que pueden ser separados de otros órganos con más facilidad. Increible. Hay que tener imaginación para llegar a plantearse un proyecto similar, o haber jugado mucho de pequeño con el Gilbert U-238 Atomic Energy Lab,

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Fuente: EFE
http://www.infobae.com/contenidos/358309-1100795-0-Dio-luz-dos-chanchitos-que-brillan-la-oscuridad